Mi deuda: ¿es buena o mala?30/10/2019 Los seres humanos constantemente estamos buscando calificar nuestras acciones como buenas o malas. Muchas de ellas es fácil clasificarlas, pero algunas nos ponen en un dilema que sólo nos complican la existencia. Cuando hablamos de deuda exactamente lo mismo, para algunos es inconcebible vivir en deudas, para otros es la única forma en que creen que pueden cubrir sus necesidades.
En general, ninguna forma de deuda es inherentemente "buena" o "mala". Lo que la hace buena o mala es cómo la manejas y cómo afecta tu estabilidad financiera. Por ejemplo, no todas las deudas de tarjeta de crédito son un reflejo de que estás siendo imprudente con tus gastos, sino que la usas como una herramienta inteligente para cubrir tus gastos. Determinar las razones por las que adquiriste tu deuda en primer lugar, te ayudarán a determinar si es saludable o dañina: Causas de la deuda Cualquier deuda que se contraiga, sin un plan para pagarla o porque crees que no tienes otra opción, inmediatamente te pone en un lugar vulnerable, porque significa que fácilmente te podrás adquirir otras deudas, una vez que ves la recompensa inmediata, sin ver la responsabilidad que conlleva. Deuda para mejorar tu calidad de vida Si el objetivo de adquirir deuda te ayuda en un futuro a pagar esa misma deuda, vas en el camino correcto. Por ejemplo, porque quieres pagarte la carrera o una maestría, que va a mejorar tu ingreso en el futuro, o si vas a resolver un problema de salud que te permitirá ser más productivo o adquirir un auto, cuando tienes un negocio y te ayudará a transportar productos a tus clientes, es decir acciones que fortalecerán tus finanzas, pero recuerda que siempre debes tener un plan para pagarlas. Deuda de conveniencia Se adquieren para adquirir productos o servicios que hacen tu vida más fácil, sin hacer uso de todos tus ahorros. Por ejemplo, comprar algún aparato electrodoméstico o pagar las mensualidades de una casa. Éstos siguen siendo benéficos en cuando mejoran tu vida y soportan tu futuro. Deuda por obligación Cuando te sientes obligado a endeudarte para complacer a otras personas siempre es una mala idea. Principalmente porque se basa en las expectativas de los demás y en la expectativa que tú tienes sobre ellos cuando realizas ese gasto. Ciertamente, sólo obtendrás mucha frustración, pues nunca va a ser suficiente para el otro y muchas veces la falta de agradecimiento hacia ti, creará frustración y resentimiento de ambas partes. Duda vana Es muy placentero cuando puedes adquirir cosas que te gustan, que complacen a tu paladar, tu gusto, tus hobbies, no se trata de que nunca puedas adquirir las cosas que te hacen feliz, pero debes tenerlas con moderación, tomando en cuenta que no están dentro de tus posibilidades. si vas a gastar por cosas vanas, hazlo considerando un plan para pagarlo y priorizando las deudas que sí van a generar un beneficio a largo plazo. Duda por emergencias Este caso puede ser un poco delicado, dependiendo lo que tú clasifiques como emergencia. Si para ti una emergencia es endeudarte porque es temporada de rebajas y la mercancía de descuento se está acabando, tienes que reconsiderar tu postura. Una emergencia es algo que pone en riesgo tu integridad. Muchos consultores en finanzas te dirán que las deudas por emergencias son terribles por lo alto que van a costarte, pero ¿qué se supone que vas a hacer si tienes que llevar un tratamiento médico a largo plazo? En concreto: la buena deuda es aquella que tienes considerada dentro de tu presupuesto, es decir, que la puedes pagar y que además te ayuda a lograr tus objetivos y proyecto de vida. Por el contrario, la deuda mala es aquella que no vas a poder pagar, que afecta tu estabilidad financiera y que además te pone en un estado de ansiedad, no resuelve ningún problema y no te ayuda a mejorar tu vida. Categorías
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