Todo lo que tus hijos hacen, tienden a imitarlo, y eso incluye cuando se trata de los hábitos nuestros con el dinero. Cuando los padres se portan mal con el dinero, ¿adivinen qué hacen sus hijos?
Las finanzas de los padres son los indicadores más poderosos de qué tan bien sobrevivirán financieramente sus hijos. Ya sea que tus hijos tengan dos o 20 años, puedes darles un mejor ejemplo. Tener dinero y gastarlo. ¿Ves dinero y lo gastas? ¿Compras todo a crédito? Como padre, es tu deber educar a tus hijos sobre la diferencia entre necesidades y deseos. Si compras lo que quieres cuando quieres y lo consideramos una necesidad, es probable que tus hijos no tengan éxito financiero. Muéstrales cómo es mejor crear un presupuesto y cumplirlo. Construye una carrera. No trabajar o hacerlo como obligación, quejarte de que tienes que trabajar, etc. puede enviar un mensaje incorrecto a tu hijo. Incluso si puedes vivir del dinero de tu familia, de los ingresos de tu cónyuge o de inversiones, es posible que desees considerar el efecto que esto tiene en tu hijo y en su potencial de ingresos. Los roles en casa son valiosos, no malentiendas este mensaje, lo son y mucho. Pero el trabajo remunerado envía un mensaje claro a la próxima generación, todo lo que implica un esfuerzo trae consigo una recompensa. Evita dar mensajes incorrectos sobre el dinero. Cuando mamá y papá se pelean por el dinero, se envía todo tipo de mensajes horribles a los niños. Pueden ver el dinero como algo estresante. O que el dinero es una fuente de poder y control. Relacionarse sanamente y descubran cómo avanzar unidos. Si no pueden hacer eso, reconsidera toda su relación, no es posible que un niño crezca sanamente en un ambiente de inanidad. Conviértelos en adultos. Uno de tus trabajos como padre es convertir a tus hijos en adultos completamente funcionales. Evita criar "niños" que nunca dejan el nido. O se convierten en niños canguro que siguen regresando a casa todo el tiempo que necesitan ayuda. Responsabilidad con el dinero desde jóvenes. Dales dinero regularmente desde una edad temprana a cambio de algunas tareas. Pero, si ellos hacen un mal uso de ese dinero, no lo reemplaces, no importa cuánto se te esté rompiendo el corazón. Aconseja a los adolescentes sobre el arte de hacer un presupuesto y anímalos a que paguen su préstamo lo más rápido que puedan. Ten cuidado con financiar cada centavo de la universidad y piénselo dos veces antes de convertirte en banco y proporcionar el depósito para su primera vivienda. Deja que lo hagan por sí mismos, ayuda más no resuelvas. Siempre da la ayuda por partes o con ciertas condiciones como un crédito. Así tus hijos se sentirán ayudados y protegidos, pero saben que hay una responsabilidad detrás. No compres sólo cosas de marca. No queremos que nuestros hijos se pierdan de tener cosas lindas y de calidad, pero comprar todo el lujo siempre envía malos mensajes. Hazlos trabajar y que contribuyan en casa, pero también enséñales que hay cosas de calidad que no tienen que ser lujosas, déjalos que experimenten la vida real, recuerda que tarde o temprano la vida lo hará. Habla más. La vida es ajetreada, pero si te tomas el tiempo para hablar sobre el dinero (recuerda que de manera positiva y constructiva, sin peleas, enojo, frustración, victimización, etc.), durante la cena, en el automóvil, en la playa o cada vez que sea relevante, ayudará a tus hijos a pensar antes de gastar o pedir prestado. Cada familia tiene su propia estrategia financiera. Así que seamos buenos padres y pensemos antes de hablar, actuar, pedir prestado y gastar. Si queremos que nuestros hijos sean mejores en finanzas, nosotros debemos también ser mejores reforzando o cambiando nuestras ideas. De esa forma, los haces responsables de sí y no tendrán que pedirte dinero por el resto de tu vida. Categorías
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